Warhol | Descifrando al mito

De habilidoso ilustrador a emprendedor exitoso y símbolo de la cultura popular americana,  el  nombre  de  Andy  Warhol  será  siempre  recordado  por  elevar  la  icono-grafía de los productos de consumo de masas a la categoría de las bellas artes.

A  su  modo  de  ver,  una  bebida  de  Cola  o  una  lata  de  tomates  tenían  las  mismas cualidades para estar en un Museo que las pinturas de los grandes maestros de las vanguardias ya que ofrecían al consumidor un placer asequible indiferentemente de su estatus social.

Lo bueno de este país es que Estados Unidos comenzó la tradición donde los consumidores  más  ricos  compran  esencialmente  las  mismas  cosas  que  los  más  pobres. Usted puede estar viendo la televisión y ver Coca-Cola, y usted puede saber que el presidente bebe Coca Cola, Liz Taylor bebe Coca Cola, y sólo pensar, usted puede tomar Coca Cola, también. Una Coca-Cola es una Coca-cola y ninguna cantidad de dinero puede conseguirle una Coca-Cola mejor que la que el vagabundo de la esquina está bebiendo. Todas las Cokes son las mismas y todas las Coca-Cola son buenas.

Warhol en sus motivos no se restringió solamente a objetos de producción industrial sino que abarcó equitativamente retratos de las superestrellas del momento, políticos destacados y la entonces desestimada comunidad gay y transexual en una suerte de democratización artística en la que todos tendrían sus 15 minutos de fama.

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